El padel, como todo deporte, es una actividad física en la que te enfrentas a dos oponentes. Este deporte se caracteriza, entre tantas cosas, por ser muy adictivo a la hora de comenzar a practicarlo. Uno de los motivos de seguir practicando padel, una vez juegas tu primer partido, es la cantidad de niveles de las personas que lo practican. Es un deporte sencillo de entender y sencillo de llevar a cabo en nivel amateur. Sin embargo, las horas sobre el 20×10 y la cantidad de partidos disputados, te hace adquirir mucho nivel en muy poco tiempo. Ya sea porque juegas mucho, o también, porque a la vez que juegas partidos con amigos y conocidos, entrenas con un preparador por tu cuenta donde vas mejorando la técnica de los diferentes golpes y la táctica.
Pero cuando adquieres un nivel considerable, te sueles encontrar en dos situaciones a la hora de apuntarte a un partido. O bien hay gente mucho mejor que tú, o por el contrario, tú eres bastante mejor que ellos. En el primer caso, juegas con una motivación extra de querer ganar a contrincantes mejores. Eso te hace estar con los cinco sentidos en la pista y no desconcentrarte en ningún momento. Es decir, das tu mejor versión. Sin embargo, en el segundo caso, sueles bajar tu nivel ya que no necesitas jugar al máximo para ganar. Y ahí, en este tipo de partidos, es cuando esa relajación hace que pierdas y te vayas enfadado a casa. En La Chiquita Padel os contamos las razones de porqué jugamos peor contra rivales de menor nivel y cómo evitarlo.
Los nervios te hacen estar alerta
Cuando nos vamos a enfrentar a unos rivales en un choque, siempre existen unos nervios previos al partido que te hacen estar focalizado en lo que vas a hacer para ganarlo. Los nervios, siempre se ha dicho que, controlados, son muy buenos. Es una sensación de cosquilleo en el estómago que no te dejan pensar en otra cosa que en lo que vas a hacer. Y te hacen estar alerta durante la práctica.
Cuando nos enfrentamos a jugadores de nivel inferior al nuestro, esos nervios desaparecen por completo. La sensación de «peligro» de perder también desaparece y el estado de alerta y de atención en lo que pasa sobre el 20×10 no existe. Por esta razón, estás menos concentrado en el juego haciendo que cometas la misma cantidad de errores que tus rivales o incluso más. En definitiva, te amoldas y juegas al ritmo de tus oponentes.
¿Cómo podemos evitar jugar peor contra rivales de menor nivel?
Como ya hemos dejado en claro, hay muchos factores que hacen que nuestro nivel disminuya a la hora de enfrentarnos a unos rivales que no tienen el nuestro. Todo pasa por una cuestión mental, y ahí, debemos de hacer un ejercicio importante. Este ejercicio se basa en proponernos retos a nosotros mismos en dicho partido para que el principal objetivo no sea ganar el partido, que también, si no lograr dichos retos.
Si el partido que vamos a disputar, sabemos que es de un nivel inferior al que ya tenemos, podemos enfocarlo de diferentes formas:
- Que sirva como un entrenamiento personal. Esto es, probar golpes que en un partido más igualado no podemos o no queremos arriesgarnos a hacerlos ya que no los dominamos. De esta manera, estaremos compensando esa falta de motivación por el nivel, con la concentración extra de querer realizar dicho golpe de manera efectiva y que así nos sirva para futuros partidos.
- Además de ensayar golpes más técnicos, un objetivo muy común en estas situaciones es el de ceder los mínimos juegos y puntos posibles a modo de reto. Es decir, marcarnos un límite de juegos que podemos perder y mantener la concentración y el foco en el partido para no sobrepasar ese límite.
- Y la tercera, y posiblemente la más importante, disfrutar a pesar de la situación. Todos hemos pasado por el lugar de tus contrincantes y hemos jugado contra rivales de mayor nivel que nosotros. Y solamente si impones tu nivel, aprenderán.
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