Aunque la temporada de competición aún no ha terminado, Juan Lebrón y Alejandro Galán ya son la pareja Número Uno de WPT por tercer año consecutivo (para Lebrón es el cuarto, habiéndolo sido también en 2019 junto a Paquito Navarro). Una temporada más en que, aunque las parejas vayan cambiando y el nivel de éstas cada vez sea mayor, la constante sigue siendo que, a final de año, los Números Uno son los mismos. Y esta gesta el espectador la puede valorar como fácil y normal, cuando no lo es. ¿Cómo mantienen la motivación?
El camino a la cima es arduo, lleno de esfuerzo, de obstáculos e, incluso, de suerte (o mala suerte). Si no, hagamos memoria: ¿a cuántos deportistas hemos conocido o visto por televisión que tenían muchísimo potencial y calidad pero que, por lo que sea, no han llegado a la cima? Seguro que a todos se nos ocurren unos cuantos, sean del deporte que sean.
Pero es que tampoco basta “solo” con llegar a la cima, porque entonces “tienes” que mantenerte en ella. Tienes que demostrar que no fuiste “flor de un día” (o, como se conoce en el mundo anglosajón a aquellas bandas que alcanzaron su popularidad mundial únicamente por una canción, “one-hit wonder”), que estás en la cima porque es donde debes estar.
En contexto deportivo, se califica como dinastía a ese equipo o individuo que domina su deporte durante un periodo de tiempo relativamente largo. Hay muchos campeones en cada deporte, pero, dinastías, pocas. Por ello, aquellos privilegiados que entran en el olimpo de las dinastías son recordados para siempre por distintas generaciones (por ejemplo, los Boston Celtics de Bill Russell entre 1957-1969 y los Chicago Bulls de Jordan entre 1991-1998 en la NBA, el Real Madrid y su idilio con la Champions, o, sin ir más lejos, un tal Fernando Belasteguín en el pádel como número 1 durante nada más y nada menos que 16 años consecutivos, entre 2002-2017).
Pero, ¿qué tipo de dificultades pueden surgir cuando deportivamente uno se encuentra en la cima? ¿Podría Juan Lebrón llegar a perder la motivación en el pádel?
- La presión: la gente ya espera que se repitan los mismos resultados. Si lo has hecho una vez, ¿por qué no dos o tres? Habiendo sido los Nº1 durante 3 temporadas consecutivas, de Lebrón y Galán en 2023 se esperará que lo sean una cuarta vez y, si no lo consiguieran, algunos incluso lo considerarían una temporada no exitosa.
- Las ganas del rival: a todos nos gusta jugar contra el mejor y, sobre todo, ganarle. Por lo tanto, cuando los rivales juegan contra los Nº1, aunque saben que la dificultad será mayor, saben que también lo será la recompensa en caso de vencerlos, por lo que las ganas serán las máximas.
- La inmediatez: el éxito muchas veces nos nubla la vista. Y es que, como se ha dicho anteriormente, el camino a la cima no es inmediato, sino gradual. Si uno viene de ser el mejor y empieza la temporada con resultados mejorables, a veces el deportista se estresa y desvía la atención de lo realmente importante: el nº1 se define a final de temporada, no al principio ni a mediados.
- La tardanza del resultado: Precisamente, el objetivo de ser el nº1 o ganar el campeonato de final de temporada a veces se ve muy lejano y esto provoca falta de motivación para el deportista.
- La desmotivación: cuando has conseguido el objetivo más difícil… ¿qué te queda por conseguir? Muchos deportistas se preguntan esto después de haber alcanzado la cima. A algunos les cuesta ilusionarse y encontrar la motivación cuando los objetivos de futuro implican repetir hazañas ya realizadas, sin que ninguna sea nueva.
Por ello, ante este tipo de dificultades que se pueden encontrar deportistas como los jugadores de pádel Lebrón y Galán, algunos aspectos que les podría ir bien son los siguientes:
- Buscar nuevos objetivos: aunque el gran objetivo sea repetir el Nº1, por pequeños que sean siempre podrían tener objetivos nuevos. Se me ocurren ejemplos generales como mejorar el % de puntos de oro ganados, de breaks concedidos, etc. Esto les ayudaría a tener la percepción de margen de mejora y tener una motivación más en el pádel.
- Buscar objetivos aún más ambiciosos: cuando hay una situación de dinastía, al equipo le puede ir bien, para tener más hambre, buscar repetir el objetivo mayor (en el caso de Lebrón y Galán, el nº1) y, además, ver si se puede romper algún tipo de récord. Por ejemplo: el de torneos ganados en una temporada WPT, o ir escalando en la posición histórica de torneos WPT ganados, entre otros. En este sentido, tanto el Barça como el Madrid celebraron, en el caso de cada uno, cuando consiguieron la Liga española con 100 puntos (récord) y los Golden State Warriors lo hicieron cuando superaron la marca de los Chicago Bulls con el mejor balance de temporada de victorias-derrotas. En los tres casos, este objetivo tan ambicioso les ayudó a no dejar de soltar el pie del acelerador en ningún momento.
- Objetivos a corto plazo: la consecución del objetivo final parte de ir cumpliendo los objetivos a corto plazo (por ejemplo., ganar dos de los cuatro primeros campeonatos, llegar como mínimo a semifinales en cada torneo)… Esto les ayudará a tener el foco de concentración en el aquí y ahora, que es lo más importante.
- Valorar cambios de algún tipo: cuando se tienen que mantener las dinastías, siempre se hace con algún cambio, por pequeño que sea. En este caso no sería una nueva pareja, porque tanto Lebrón como Galán han dicho por activa y por pasiva que comparten un mismo objetivo, que disfrutan juntos y que aún tienen mucho margen de mejora como pareja de pádel; pero sí que a veces incorporar alguien nuevo en el staff, cambiar el lugar o algo del formato de entrenamiento… Son pequeños cambios que, cuando un estímulo es nuevo, puede ayudar a renovar la motivación y las ilusiones.
Juan Lebrón y Alejandro Galán ya son, a día de hoy, una dinastía en el mundo del pádel. A partir de aquí, pueden mantener la motivación y ampliar su leyenda como pareja de pádel, algo que seguro que ellos mismos ya lo tienen entre ceja y ceja. Sin duda, el pádel cada vez tiene más deportistas profesionales y de mayor nivel, y esto no hace sino poner en alza todo lo conseguido hasta el momento por los dos. Pero aún tienen mucho por vivir y veremos qué novedades nos deparan para la siguiente temporada.