Lucía Sainz y Aranza Osoro han formalizado su nuevo proyecto a través de las redes sociales, en el que no determinan qué jugadora pasará a la izquierda
Es oficial: Lucía Sainz y Aranza Osoro han anunciado que jugarán juntas en 2023. Tras una temporada poco fructífera para ambas jugadoras, han dejado atrás los anteriores proyectos para luchar por algún título el próximo año.
Una temporada mediocre
La catalana ha jugado con Marta Marrero, Tamara Icardo y Sofía Araújo, siendo su mejor resultado el título en el Mallorca Challenger junto a la canaria. Por su lado, la vikinga ha formado pareja con Victoria Iglesias durante todo el año, consiguiendo llegar a la final del Estrella Damm Comunidad de Madrid Máster 2022. Ambas jugadoras inician el año con unas sensaciones algo más negativas de lo habitual, ocupando las posiciones 10 (Sainz) y 12 del ranking (Osoro).
Cabe destacar que Lucía Sainz fue número uno del mundo en 2020, y cosecha 11 títulos durante su carrera deportiva, frente a un título conseguido por Aranza Osoro. Ambas jugadoras se han enfrentado hasta en 14 ocasiones, y Lucía se ha llevado 11 victorias (3 de ellas este año).
Veteranía y explosividad
Esta pareja se une por la dificultad que ha supuesto este año desbancar a cualquiera de las tres primeras parejas del ranking femenino. Tras un año de absoluto reinado de Salazar-Triay y Sánchez-Josemaría, varias retiradas (Marta Marrero, Ceci Reiter) y el ascenso de jóvenes promesas, ha habido cambios en la parte media de la tabla.
Unos proyectos con poca efectividad han dejado a Lucía Sainz y Aranza Osoro con ganas de escalar posiciones en el ranking, además de alcanzar las últimas instancias de los torneos. Es por ello que han decidido unirse, a pesar de ser dos jugadoras de drive. Esta tendencia se ha repetido en varias ocasiones durante los últimos años (Juan Lebrón, Bela y Tapia en su momento, Paquito Navarro, Lucas Campagnolo, Chingotto y Di Nenno durante el Máster Final).
Lucía Sainz podrá aportar su veteranía a la pareja. Ha compartido pista con grandes campeonas como Gemma Triay o Marta Marrero, convirtiéndose en una de las mejores derechas del circuito femenino. Aunque la salud y las lesiones no la han acompañado durante el último año, Sainz ha destacado por su capacidad ofensiva a pesar de jugar a la derecha. El remate se ha convertido en uno de los pilares en su juego, ya que le permite ganar puntos al sorprender a sus rivales. Aun así, su máximo fuerte está en la organización del juego, la transición en las subidas a la red y el juego en la volea.
Por su parte, Aranza Osoro es una jugadora con desparpajo y garra. Con un carácter fuerte e intenso en pista, la argentina también se ha hecho valer por la explosividad de su juego. Destaca por un juego rápido, fuerte y los bloqueos en la red.
De esta pareja se puede esperar un juego basado en las transiciones, con una clara tendencia a controlar el juego desde la red. Se asume que Lucía Sainz asumirá un rol más defensivo, poniendo orden en las jugadas y creando oportunidades para Aranza Osoro, con mayor facilidad para atacar y dar agilidad al juego.
La gran duda: ¿quién jugará al revés?
Una de las grandes dudas que siembra esta pareja es quién ocupará el lado izquierdo de la pista. En el comunicado que realizan en Instagram donde anuncian su unión no dan pistas sobre quién dará el paso, aunque ambas jugadoras han tenido un pasado al revés.
Lucía Sainz jugaba en la izquierda (con Marta Ortega), hasta que se unió con Gemma Triay en 2014 y pasó definitivamente a la derecha, convirtiéndose en un ejemplo ofensivo de esa posición. Por su parte, Aranza jugaba en la izquierda antes de empezar a jugar con Carolina Navarro, y aunque se ha mantenido a la derecha durante las dos temporadas que ha jugado con Victoria Iglesias, hizo un buen papel en el mundial al revés junto a Delfina Brea.
Aunque todavía es un misterio qué jugadora pasará al revés, se deben tener en cuenta algunos factores como la edad, el físico y el estilo de juego. Osoro es todavía una jugadora joven (26 años), que se caracteriza por la explosividad y un juego más basado en el riesgo que Sainz (38 años), cuya veteranía ha consolidado un juego más técnico. Todo apunta a pensar que Aranza dará el paso, aunque ese cambio de lado no se podrá ver hasta el Open de Palma de Mallorca.
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