Carlos Pozzoni atiende a La Chiquita Padel para analizar el momento actual de sus jugadores, Martín Di Nenno y Franco Stupaczuk.
En el mundo del deporte se suele decir que detrás de un gran equipo, siempre hay un gran entrenador. En el pádel, el ejemplo perfecto es el de ‘Los Superpibes’ y Carlos Pozzoni.
Martín Di Nenno y Franco Stupaczuk están demostrando que sí se puede confiar en el equipo, que el pádel es cosa de dos. Un hecho que llega en un momento donde la inestabilidad en las parejas está a la orden del día con cambios constantes.
Los Superpibes ilusionaron a todos los aficionados cuando anunciaron su unión y, tras seis campeonatos de World Padel Tour y uno de Premier Padel, han evidenciado el por qué: una dupla que compite cada punto, cada bola, que se vacía en la pista y que, además, lo hacen con un gran talento. Por ahora, los argentinos han llegado a tres finales -consecutivas- en World Padel Tour y ganaron su primer título como pareja en Premier Padel. ¿El único obstáculo? Arturo Coello y Agustín Tapia.
Con su entrenador, Carlos Pozzoni, hablamos de esta segunda versión de Los Superpibes, sus rivales y el momento que vive el pádel profesional.
Entrevista a Carlos Pozzoni
Tres semifinales y tres finales en World Padel Tour y campeones del Major de Doha de Premier Padel. ¿Qué valoración haces de este inicio de temporada?
La verdad es que estoy bastante contento con el comienzo de temporada. Preparamos una pretemporada para estar ahí arriba peleando, nos sentimos bien y no nos podemos reprochar prácticamente nada. Obviamente nos hubiera gustado ganar, pero hay otras parejas… El balance es positivo.
Por ahora, el gran obstáculo: Coello – Tapia… ¿Qué implica jugar contra esta pareja?
Agus y Coello te van marcando un ritmo y un formato de juego que a ellos les va muy bien. Mucho ritmo, te hacen jugar lejos de la red, bolas muy altas… Es ahí donde normalmente nos cuesta más.
Después de ellos, sois la pareja que mejor está compitiendo. ¿Cómo ves el circuito?
Si, creo que somos el dolor de cabeza de las otras parejas… Pero eso no quiere decir que no nos eliminen en Vigo en primera ronda. Somos conscientes que estamos a un muy buen nivel y tanto nosotros como Coello y Agus vamos a bajar en algún momento.
Siendo el dolor de cabeza de las otras parejas, entiendo que el objetivo se basa en preparar los partidos contra Tapia y Coello… ¿Es así?
Todas las parejas te exigen, pero somos conscientes que ellos son la pareja que nos cuesta más. Y sí, estamos enfocando todo nuestro trabajo en ver cómo ganarles, en buscar la vuelta de cada partido que estamos haciendo y sumar cosas positivas.
Hoy en día, ¿por dónde crees que les podéis hacer más daño?
Nosotros obviamente tenemos un arma que es muy buena: la parte física y el volumen de juego. Para exigirles debemos cortarles esa facilidad que tienen en ganar los partidos de forma rápida. La mayoría de sus partidos se deciden por resultados de 6 a 2, 6 a 0… Sufren poco y ganan en una hora o hora y veinte. Por eso pienso que, si los llevamos a las dos horas, el partido ya es distinto, ya cambia.
Es decir, la clave está en buscar un partido largo, como en Bruselas…
No es una misión fácil porque generan muchas bolas de break y presionan constantemente. Es difícil tanto de juego como de cabeza porque en muchos momentos sientes frustración, cuesta mucho romperles un saque y ellos lo hacen a 0. Pero si, debemos buscar que el partido sea parejo.
¿Una pista lenta os favorece?
Siento que en pista lenta nosotros tenemos más volumen. Pero después la realidad es que ellos presionan tanto en pista lenta como en rápida y al final ellos terminan teniendo un juego que es difícil en todas las superficies. Si decimos que ellos en lenta sufren y nosotros tenemos más posibilidades nos equivocamos, no es así porque hemos jugado en pistas de ambas características y nos han ganado en las dos.
Seguramente antes de empezar la temporada hubiéramos pensado lo contrario…
Ellos en pista lenta tienen un porcentaje muy alto de winners de pegada y nosotros no. Agustín la puede sacar desde el cristal de fondo.
En cambio, en pista rápida, Franco en vez de ganar 10 gana 30 i Martín de 5 pasa a 15. Podemos generar mucho más, de volea somos rápidos, defendemos bien… En cambio, en lenta, cuando la bola no sale tanto no somos tan eficaces. Creo que en pistas rápidas pueden seguir ganando, pero habrá más parejas que les metan en problemas porque se abre el abanico de la pegada para todos.
A todo esto, debemos tener en cuenta la baja importante de Lebrón y Galán en los últimos torneos. ¿Qué esperas de su vuelta?
Para mi Lebrón y Galán, hasta que no pierdan el número uno, seguirán siendo los mejores indiscutiblemente. Llevan tres años dominando el circuito. Es verdad que ahora hay otra pareja a un gran nivel y que cuando se han enfrentado han perdido, pero pienso que hasta día de hoy no hemos visto a la mejor versión de Lebrón y Galán. No están en ritmo de competición, no están bien físicamente… A ellos les falta un poco para llegar al 100% y estar en la pelea, todavía les falta. Lo vamos a ver en Vigo, seguramente les faltará competición.
Más allá del gran nivel de juego que estáis mostrando, seguramente la estabilidad de la pareja ante tantos cambios desde inicio os ha permitido lograr estos resultados. ¿Qué opinas de los cambios? ¿Serías partidario a limitar los cambios de parejas?
Para mí una limitación me parece ridículo porque nos vas a ir a jugar con un compañero que no quieres. Tienes que jugar con quien estés cómodo, no con quien a la gente le guste verte jugar… Lamentablemente es así, no puedo seguir jugando con alguien si no hay buena química, si no nos llevamos bien… Tener una mala relación es horrible porque prácticamente tienes que convivir con tu pareja.
Esto desde el punto de vista del jugador. Pero como entrenador, ¿también lo ves así?
Está claro que lo mejor es un proyecto, también con los entrenadores… Pero es importante tener una pareja que se lleve bien y no tener que hacer de abogado de una pareja que se quiere divorciar. Hay que confiar en el proyecto, pero si no lo ves no lo ves… Entrenan juntos, viajan juntos, duermen juntos… Al final se necesita la química dentro y fuera. Por suerte ellos se llevan muy bien. Con Franco llevo 7 años y la relación es muy buena, todos los que han venido con nosotros siempre han sentido eso. Hay un buen equipo.
Centrándonos en el equipo… ¿Cómo ves a tus jugadores?
Los dos saben que son una pareja dura. Por otro lado, el circuito está demostrando que necesitas muchos puntos, algo que no es fácil si no dispones de una gran pegada como otras parejas y eso te exige a mejorar. Y es lo que me gusta de Franco y Martín, que siempre están dispuestos a trabajar para mejorar y eso lo pone todo más fácil. Nos sentamos los tres a ver los partidos, hablamos y analizamos lo bueno y lo malo… No hay esa espina de culpar. Considero que un jugador que falla un resto, por ejemplo, esa no es su intención, faltaría más, su intención es meterla y todos nos podemos equivocar.
Parece que todos los aficionados estaban esperando esta segunda versión de Los Superpibes ¿Estaban destinados a volverse a juntar?
Era algo que estaba ahí, lo sabíamos. Franco lo intentó en su momento, después Martín y a mitad de año del año pasado nos sentamos a hablar los tres y vimos que llegaba el momento. Los dos llegan en un buen momento de madurez, los dos están muy estables en su vida personal… Y eso son cosas que ayudan porque si uno de los dos está distraído o disperso con algo puede arrastrar a la pareja. La unión llega en un buen momento.
¿Mentalmente cómo los ves? No sé si genera frustración el hecho de llegar a tres finales consecutivas y no poder ganar ninguna…
Obviamente en el momento te da un poco de frustración, es normal, a nadie le gusta perder una final. Pero después del partido hablas con unos, con otros, miras los números y ves que cada vez estás más cerca y que el trabajo está sirviendo. Esa frustración es momentánea, después el jugador sabe lo que está logrando, lo que está intentando y que está cerca. El estar cerca te hace pensar que en el siguiente podremos cambiar y mejorar las cosas que hicimos mal. Los dos son muy duros de cabeza, no es una pareja que vaya a bajar los brazos. Saben que va a ser dificilísimo, pero saben que lo pueden hacer.
El calendario también os exige mucho. ¿Te gustaría una posible unión entre ambos circuitos para el próximo año?
Para mí los dos circuitos que tenemos son muy buenos. Está claro que World Padel Tour llevó el pádel al nivel que está hoy. WPT ha metido socialmente el pádel en todos lados, ha conseguido que el jugador haya alcanzado unas cifras de contrato impensables hace años… Su trabajo es muy bueno y me parecería muy bien una fusión. La forma de trabajar de unos con la visión de los otros puede ser muy bueno para el pádel y el jugador va a crecer aún más.
Me gustaría preguntarte por el sistema Foxteen. Algunos jugadores se han quejado, ¿qué opinión tienes al respecto?
Yo creo que es un avance. Es como todo, lo que te favorece por un lado te quita por el otro. El que sale beneficiado le parecerá todo bien y el otro, mal. Considero que si se utiliza es para que sea así, si es buena es mala y si no, no. Sino tendríamos que seguir como antes, que el árbitro tome las decisiones y ya. Hemos mejorado y así se debe seguir, todo irá mejorando más.
Antes hablabas de los siete años que llevas con Stupaczuk. ¿Qué nos puedes decir de Franco?
Franco no deja de sorprenderme. Mucha gente dice «Pozzoni está encima de Franco…», Creo que se equivocan bastante, a Franco le tengo que imponer muy poquitas cosas. Sabe perfectamente cómo tiene que vivir, qué tiene que hacer, qué ha de comer, cómo se tiene que cuidar… Te lo hace todo muy fácil. Franco no tiene secretos. La persona que se ve, él es así. Una persona noble, sin maldad… Creo que aún le queda, para evolucionar, es joven y tiene mucho margen.
¿Qué es lo que puede mejorar?
Ahora con Martín todavía está con un rol en el que no tiene que arriesgar tanto… Tiene que jugar más… Pero él es un jugador que en ataque puede dar mucho más y lo hará cuando logré la tranquilidad con Martín, que es otro reloj. Se tiene que quitar la responsabilidad de fallar poco y soltarse más, ahí va a mejorar bastante.
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