Mauri Andrini es un entrenador de pádel de referencia a nivel mundial. El argentino se ha especializado con el pádel amateur a través de su academia Hello Padel Academy, formando jugadores y entrenadores de diferentes países. Esta vez, para La Chiquita, nos explica cómo hacer paso a paso el golpe de la chiquita.
Aprovechando la entrevista que hicimos a Mauri Andrini –una conversación cien por cien pádel, donde nos explicó su experiencia como entrenador en más de 20 países, el funcionamiento de la Hello Padel Academy y el crecimiento del deporte a nivel internacional-, también le pedimos que nos enseñara el golpe marca de la casa: La Chiquita.
La Chiquita de Mauri Andrini
Mauri Andrini define a la chiquita como un golpe que “por lógica debe ir dirigido cerca de los pies del oponente”. Una zona siempre compleja de defender y que dificulta una respuesta ofensiva por parte del rival.
No obstante, Mauri destaca un error habitual en la comprensión de la chiquita: “Mucha gente piensa que la pelota debe pasar muy cerca de la red y no, no es así. El objetivo es tirarla a los pies de los adversarios y si este está lejos de la red, no será necesario arriesgar con una pelota próxima a la red”. En este sentido, Mauri dice que la clave está en saber identificar la posición del rival en la pista.
Sobre el golpe, el entrenador argentino, explica que debemos golpear a la pelota con suavidad, “debe ir lenta”. Si conseguimos golpear una chiquita lenta a los pies del rival, tendremos tiempo para decidir si subimos a la red para pasar a la ofensiva o si nos mantenemos en la posición de fondo para seguir trabajando el punto.
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En conclusión, la chiquita es un golpe útil para la transición defensa-ataque. Un golpe que nos servirá para incomodar al rival y tener tiempo para poder decidir, algo difícil de encontrar en el pádel. Es importante identificar los timmings e interpretar correctamente el juego. Más allá de golpes potentes para definir, necesitamos muchos otros recursos para trabajar el juego. Un juego que, normalmente, se acabará decidiendo por el error del rival, por lo que no debemos arriesgar mucho si no es necesario.
Sin duda, ¡La Chiquita nunca falla!