Con la llegada del calor y el verano las actividades al aire libre van en aumento. Y en este sentido, con el buen tiempo también apetece más jugar a pádel en espacios exteriores, que durante esta época del año es más popular que la opción indoor. Por eso mismo, en La Chiquita Padel os explicamos como afectan las altas temperaturas en el juego, así como también algunas recomendaciones para que puedas ofrecer tu mejor rendimiento en condiciones de calor.
¿Cómo afecta el calor del verano en el pádel?
Jugar a pádel puede ser muy diferente según la época del año, debido principalmente a los muchos factores que pueden influir en su juego. De hecho, uno de los aspectos más importante suele ser las condiciones climatológicas. Así, en época de verano, un elemento tan simple como las altas temperaturas influye directamente sobre las pistas, las pelotas e incluso también en las palas. Por este motivo es importante saber adaptarse a las condiciones, con tal de sacar ventaja sobre tus rivales. De lo contrario, se pueden atravesar momentos complicados e incómodos a lo largo del partido.
Las palas de pádel
Las palas de pádel son uno de los materiales que quedan afectados por los cambios de temperatura. Pese a que hay algunas que contienen gomas más duras que otras y ofrecen distintas características a la hora de golpear la bola, lo cierto es que todas tienen un punto en común. Se trata de la resina epoxi, un elemento que encontramos en el interior de las palas y que puede sufrir cambios importantes según las temperaturas y la climatología.
Para que nos hagamos una idea, en el proceso de construcción de una pala se moldea en el horno a una temperatura aproximada de entre 60-70 grados. Por este motivo, con el calor y las temperaturas elevadas del verano, esta resina está más cerca de su punto de fundido y, por lo tanto, puede perder algunas propiedades que la caracterizan. Así, en general se dice que con la llegada del calor las palas se ablandan, perdiendo también elasticidad y resistencia.
¿Y cómo afectará esto en el golpeo? Bien sencillo. La goma blanda ayuda claramente a tener una mejor salida de pelota, por lo que nos será más sencillo tener un mejor control en el golpe. Sin embargo, con el calor nuestra pala también perderá más capacidad de potencia.
Las condiciones de la pista
Ya sea en pistas indoor o outdoor, la temperatura es un elemento que afecta de una forma radical a las condiciones de una pista de pádel. Sobre todo en superficies como los cristales o las moquetas, sufren cambios importantes. En épocas de verano, el calor provoca que el cristal coja más temperatura y se dilate, haciendo que la pelota salga con más velocidad. Sin embargo, el hecho que durante las épocas de calor la humedad sea mucho menor, también nos ayudará a leer con más precisión el rebote de la bola en los cristales, que es mucho más estable. Así, también nos facilitará a la hora de tener una mejor colocación en salida de pared.
E igual ocurre en el caso de la moqueta, que con las altas temperaturas se seca y provoca que la pelota salga desprendida con mucha más aceleración. Por el contrario, cuando hace más frío, ésta se adhiere mucho mejor a la superficie y se queda más pegada. Así, de forma general, cuanto más calor haga y más altas sean las temperaturas, más rápida será la pista. Por lo tanto, es mucho más fácil que durante la época del verano el juego tenga un ritmo mucho más elevado. Los puntos de cada partido suelen ser algo más cortos, favoreciendo a los grandes pegadores.
La pelota
Las pelotas son otro material que queda totalmente condicionado por las altas temperaturas del verano. Y lo cierto es que ocurre algo similar que en el caso de las palas y de la pista. Con el calor, la presión de las bolas aumenta de forma considerable, ocasionando que ésta corra más tras salir del bote. Algo que ocurre tanto en su contacto con la moqueta como también en el cristal, donde la velocidad aumenta.
En este sentido, con pelotas relativamente en buen estado y en condiciones climatológicas de mucho calor, será más sencillo realizar un remate con más potencia. Algo que nos puede ayudar en situaciones de sacar la bola por 3 -ya que coge mucha más altura tras bote- y también a la hora de devolverla a nuestro propio campo.
Consejos para jugar a pádel en una pista rápida
Hemos visto que las altas temperaturas afectan totalmente el rendimiento de las palas, la pista y las pelotas. De hecho, el calor provoca claramente que el juego sea mucho más rápido, con un ritmo más elevado. Unas condiciones a las que no es nada fácil adaptarse. Por esto mismo, en La Chiquita Padel os queremos dar algún consejo para que sea más fácil jugar en una pista de condiciones rápidas.
Un estilo de juego más ofensivo
Con las temperaturas altas del verano, la pista será mucho más rápida y, por lo tanto, la pelota también correrá más. Así, tenga el perfil que tenga cada jugador o jugadora, lo más recomendable es optar por un estilo de juego más ofensivo en el que nos podremos desarrollar mucho mejor. Es decir, en este tipo de condiciones será más fácil adaptarnos a la potencia que no a la precisión, ya que el ritmo rápido disminuye claramente las opciones de control.
Sin embargo, esto no significa que tengamos que acabar el punto en la primera oportunidad que tengamos. Más bien todo lo contrario. Aunque el calor favorezca a un ritmo más elevado, es muy importante trabajar bien los puntos para tener una mejor opción de rematar cuando la situación lo requiera. Así, la efectividad en la pegada será mucho mayor y podremos sumar más winners que nuestro rival.
Dominar el juego en la red
Aunque en el pádel siempre es importante llevar la iniciativa del punto y controlar el ritmo del juego, en condiciones de calor aún suele ser más vital. Teniendo en cuenta el ritmo elevado y las condiciones rápidas de la pista, tener dominado el juego en la red aumenta la posibilidad de ganar más puntos. Por el contrario, es mucho más complicado poder defenderse cómodamente desde el fondo de la pista.
En este caso, si nos encontramos alejados de la red, recursos como el globo y la chiquita nos pueden ayudar a caminar hacia adelante en transición ofensiva. Esto sí, en el caso del globo es vital ser impecable en su ejecución y tratar de golpearlo lo más profundo posible, ya que si queda corto aumentará mucho la posibilidad de smash o bandeja del contrario.
El calor provoca un desgaste físico importante
En tercer y último lugar, algo que hay que tener en cuenta cuando jugamos a pádel en verano es el desgaste físico. Las condiciones rápidas del juego provocan que el jugador o jugadora tenga que estar constantemente activo de piernas con tal de golpear en una posición confortable. Además, las altas temperaturas también ayudan claramente a que la fatiga aumente considerablemente a medida que van pasando los puntos. En este sentido, también es primordial tratar de llegar lo más fresco posible al tramo final del partido.
¿Y cómo lo podemos hacer? En primer lugar, es absolutamente necesario que nos mantengamos hidratados en todo momento. Por eso, durante épocas de altas temperaturas como ocurre en verano, hay que aprovechar cada uno de los cambios de pista para beber algo de agua o también cualquier tipo de bebida isotónica. Solo así lograremos tener un mejor rendimiento físico.
Además, más allá de al hidratación, también suele ser determinante jugar a pádel con un equipamiento y una indumentaria adecuada. En este caso es recomendable vestir con camisetas, pantalones y calzado que tengan una buena transpiración. Así lograremos que el sudor empape nuestra ropa y, por lo tanto, nos podamos mover con más ligereza y velocidad sobre la pista. A parte, también puede ser oportuno utilizar atuendos como la gorra o las gafas, que nos protegerán de la fuerza que tiene el sol en verano.
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