En el pádel, las paredes son un elemento clave para el juego, ya que nos pueden dar varias posibilidades para dificultar al rival, pero también nos pueden complicar la defensa si no las entendemos correctamente.
Esta vez descubrimos cómo dominar las paredes laterales y las dobles paredes de la mano del entrenador Fede Vives, director de la sección de pádel del Real Club de Tenis Barcelona y de la Royal Padel Academy.
Las paredes laterales:
En primer lugar, como siempre en el pádel, debemos prestar máxima atención al posicionamiento. Cuando la pelota entra cruzada, para saber cuál es la distancia ideal que debemos tener respecto la pared lateral, podemos estirar el brazo con la pala hasta prácticamente tocar la pared. Esta es la distancia correcta como punto de partida. Ni más cerca ni más lejos.
En segundo lugar, para entender cómo funcionan las paredes y sus rebotes, vamos a dividir el cristal lateral en dos partes: primer cristal lateral (más cercano a la valla) y segundo cristal lateral (más cercano a la pared trasera).
Esto es importante porque si la pelota rebota en la primera zona del cristal, podemos avanzar a por ella o retroceder nuestra posición para tener más espacio y golpear de primeras, justo después del rebote. En cambio, si rebota en el segundo cristal lateral -el de más al fondo-, deberemos estar atentos porque la pelota se dirigirá hacia la pared de fondo y nos encontraremos con una doble pared.
Para mejorar la capacidad de preparación previa y coger una buena distancia, Fede Vives, nos recomienda trabajar con progresiones. Primero a velocidad más lenta y haciendo rodar la pelota por el suelo para entender cómo movernos, para acto seguido usar el bote extra para tener más tiempo y perfeccionar el movimiento. Finalmente, poco a poco, progresamos hacia una velocidad más alta, realista.
Doble pared abierta:
Un error típico es seguir la pelota y quedarnos de cara al cristal de fondo, de modo que quedamos de espaldas al rival. Nunca podemos quedar opuestos a la red porque perdemos totalmente las referencias de la pista. Para lograrlo tenemos que intentar separarnos siempre de cara a la pared lateral y estar perfilados cuando rebote contra la el cristal trasero para salir orientados al rival.
Después de una doble pared, es recomendable tirar un globo para tener tiempo a reposicionarnos y, si está bien ejecutado, poder subir a la red para pasar al ataque.
Doble pared cerrada:
Cuando la pelota golpea a la pared de fondo y después a la lateral, hablamos de la doble pared cerrada o interior. En este caso, para posicionarnos correctamente, Fede Vives denomina este golpe como “El golpe del torero”, porque la pelota nos pasa muy cerca de la cadera y debemos “torearla con el capote”.
Con la doble pared cerrada un error típico es retirarse demasiado de la pelota hacia atrás y quedar lejos de la pelota que sale perfilada en diagonal hacia la pared lateral, sin posibilidad de llegar a golpearla. Por otra parte, tampoco podemos ir directos hacia la pared lateral porque la pelota saldrá rebotada en esa dirección -en diagonal- y no tendríamos el suficiente espacio para responder con comodidad.
Otro error común es salir hacia adelante y luego girar, hacer la «L», lo que nos aleja de la pelota.
Así que el movimiento ideal es: dejar pasar la bola, “toreándola” hacia atrás, y después ir a buscarla en diagonal dejando espacio para golpearla y salir perfilados con el cuerpo hacia delante.
En la salida de doble pared cerrada, si el rebote de la pelota nos queda muy pegada al lateral, lo mejor será responder con un golpe paralelo porque no tendremos el suficiente espacio para perfilar la pala y buscar el cruzado. Si la pelota sale de la pared con el suficiente rebote, entonces ya podremos escoger el ángulo al que queramos tirar.
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